CALEAO 19/12/2010

Saludos:
El domingo había predicción de buen tiempo y una máxima de 12 grados, que si bien no es mucho, es suficiente para rodar y además era el último día de vacaciones, así que no lo pensamos demasiado... Quedamos con nuestro amigo Picatuelo que en esta ocasión haría las veces de guía de la ruta.
Sabiendo que las carreteras podrían estar heladas, quedamos a las 12:30 y fue una buena idea.. ya en los primeros kilómetros (Alto de la Madera) había buenas muestras de la tremenda helada de la noche anterior..
Así que, con extrema prudencia, avanzamos hacia el embalse de Rioseco.. Poco antes de llegar nos detuvimos en un semáforo de obras y otro motorista (de los pocos que encontramos) nos saluda y me pregunta ¿vosotros no tendréis un Blog?... Je je je ¿curioso verdad?...Después de esto, tomamos algo todos juntos y charlamos un buen rato de nuestra afición común y nuestra visión de la moto..

Como ya era hora de comer y el lugar estaba al sol, aprovechamos para dar buena cuenta de los bocatas...
Desde allí avanzamos un poco más hasta nuestro destino... Nada más dejar la general entramos en zonas de sombra y la carretera nos saludó con unas buenas placas de hielo... segunda y despacito..
Llegamos sin novedad y después de un café caliente, iniciamos un memorable paseo por este increíble pueblo..

Los lugareños, mucho más inteligentes que nosotros, permanecían a refugio..

El lugar es una delicia..
Fijaos en esta escalera...
Interesantes rincones por todas partes... como esta casa sobre roca..
O este alojamiento rural..
Desde el que se disfruta de estas vistas..

De buena gana nos hubiésemos entretenido más tiempo haciendo fotos, pero al pensar en las carreteras por las que debíamos regresar, no parecía buena idea retrasarse demasiado..
Así que fuimos acercándonos a las motos y hacia el último punto que nuestro amigo quería mostrarnos..

Allí la sombra no desaparece en todo el día..

Y observamos la crudeza de la helada... Fijaos que carámbanos..

Y este era el aspecto de una mesa que, seguramente en verano, ofrecería un rincón ideal para pasar la tarde..
Por cierto que la visita la hicimos en compañía de estos dos lugareños, que estaban tan contentos de ver a alguien por las calles, que no nos dejaron solos ni un momento..

Desde luego un lugar que merece la visita y al cual seguramente regresaremos... Queda pendiente La Felguerina para mejor ocasión.. Gracias al guía por tan estupendo descubrimiento¡¡
El regreso fue bien.. eso sí, extremando aún más si cabe la prudencia, ya que había comenzado a helar de nuevo...
Estamos un poco locos, la verdad..
Esperamos os guste..